La Carabina de Ambrosio presenta.
Germàn Robles Castañeda
OAXACA VIVIÓ el pasado fin de semana la segunda jornada más sangrienta después de la incursión del 29 de octubre por parte de la PFP (la que pasará a manos de PeFeliPe), tras el aviso de la APPO de retomar el control de la plaza Sto. Domingo, (para la nomenclatura televisiva aviso es igual a amenaza appista) los enfrentamientos tuvieron un saldo de 141 detenidos que fueron remitidos a un penal federal en Nayarit, hay decenas de heridos, múltiples desaparecidos y la ciudad ardió en llamas con incuantificables daños a bienes inmuebles y vehículos.
Como merolicos las grandes televisoras repiten las declaraciones de los mandos de la PFP a saber que “se les terminó la paciencia y la tolerancia” (sic) y que ya ejecutarán todas las ordenes de aprehensión, incluidas las de dirigentes clave como la de Flavio Sosa, pero estos medios nunca mencionan que la comuna oaxaqueña también está cansada, impaciente, agraviada y no puede vivir en la zozobra e incertidumbre de no ver cumplida su demanda principal que es la salida de URO de la gubernatura.
Más aún, el pueblo y el movimiento appista son compelidos a aumentar la violencia dado que en Oaxaca la PFP está ejecutando desapariciones forzadas, cateos ilegales, violación de derechos elementales y trasladando fuera de Oaxaca a más de un centenar de personas en condiciones endebles de salud, bajo el argumento de que son “de alta peligrosidad”, que no dimana de palos y resorteras sino del liderazgo estratégico que llevan a efecto para coordinar la lucha y resistencia por la defensa de la soberanía y sus causas sociales.
Este conflicto se agrava con el paso de los días, la ineptitud política de todos los ordenes y poderes de gobierno no puede ser lavada, ni exculpada con el mero “fin de la paciencia y la tolerancia” y la defensa ante “las amenazas de la bola oaxaqueña”, no se puede argumentar el reestablecimiento del estado de derecho, sin primero cumplir con el en las condiciones ex ante del mismo justo por las cuales lucha la APPO. Pues justo por tener un gobernante déspota, asesino, porril y quizá ilegitimo en su elección es que estamos en este embrollo, amen claro de que Oaxaca tiene problemas ancestrales en términos de justicia, igualdad y democracia internos.
La SSP y la Segob, saben que el movimiento oaxaqueño, es horizontal en sus decisiones, y que aún cuando capturen a los principales líderes, hay resguardando segundas y terceras líneas de acción y toma de decisiones, claro ya en forma más débil, pero blindada de traiciones tipo Rueda Pacheco, y de capturas masivas de líderes como las llevadas el pasado fin de semana. En medio de este panorama es una tristeza e indignación el papel desinformativo que están jugando sobre todo los medios electrónicos, que como cremalleras del aparato policiaco estatal hacen las veces de reprimir y desinformar justo en los fines de semana, cuando se da una baja en la información.
La crisis social y política en Oaxaca es muy grave, estamos en un caso como Atenco II, pero más lento y dosificado, con días de tensa calma pero luego con refriegas policíacas que generan casos dramáticos de sangre, muertos, heridos, cateos y detenciones masivas de tipo arbitrario, el pueblo oaxaqueño la está pasando muy mal y los medios de mayor influencia masiva no están dimensionando la información como el problema lo exige.
Somos testigos de que en los espacios informativos el tema ocupa un espacio mínimo, y se hace mayor alusión a los exiguos policías heridos por “violentos con piedras y palos”, siembran el escenario de justificación del uso de la fuerza pública a toda costa e insisten en que se acabó la “tolerancia” (sic) que nunca ha existido, lo que persiste es el desprecio, la ignorancia hacia las reclamas de la APPO y la urgencia por exterminar con un ejemplar movimiento social que no se desea que brote a otras entidades.
En cambio, como si Oaxaca no fuera importante los grandes medios como Televisa y TV Azteca, como la carabina de Ambrosio estuvieron duro y dale con sus muertitos de fin de semana, con sus concursos de canto y baile, el fútbol, coordinados y en paquete para embrutecer y distraer la atención pública, ¿esos son los medios que necesitamos?; ¿así demandamos el ejercicio cabal del espacio aéreo nacional que les es concesionado?
Los mal llamados “noticieros” y cortes “informativos” (súper-¡sic!), están muy lejos de su responsabilidad social, son en realidad una extensión mediática del show y la publicidad, es increíble el tratamiento tan falso y relajado que les dan a las notas y como el aparato estatal, clérigo-empresarial al margen de toda sensibilidad se convierte en jefe de redacción; es repugnante como en los espacios nacionales y locales, en el caso de los últimos canal 4 y TV Azteca (sucursal Guadalajara) y sus “Hechos” jalisquillos, dediquen la mayor parte de sus espacios al fútbol, y las exequias de los muertitos del espectáculo, ¿y los hechos de Oaxaca? Bien gracias. Y si de darle un minuto siquiera al tema se trata, va de por medio una fuerte dosis de amarillismo.
Pero si de la carabina se trata, este fin de semana hubo dos reconciliaciones de escenografía, ¡ah, esos espacios donde la mezquina concertacesión se vuelve acuerdo y reconciliación!; uno fue en el centro del país en la reunión en la que tuvo cita el espurio jefe del plan carabina 2030, con los senadores priístas, lo que motivó el orden del día fue la promesa de cogobernar ejecutivo y congreso en armonía, pero el grupo senatorial del PRD no fue invitado a lo que fue más bien la confirmación prianatal para garantizarle al jefe carabina la toma de protesta para el 1 de diciembre; ahí Manlio F. Beltrones le hizo una sugerencia a Calderón de que fuera a otra sede, a lo que el replico con tono retador que tomar protesta “no es asunto de capricho personal o de grupo, sino de simple cumplimiento con la constitución” (dixit), frase de extrema oquedad dado que si fuera realmente legítimo en su cargo su declaración pecaría de ridícula obviedad republicana, pero como el jefe carabina tiene un problema de origen de legitimidad, queda en el absurdo de querer cumplir con algo que él y su camarilla oficial violaron antes y durante el proceso electoral.
El traspatio.
La carabina nos presenta también otra escena de “reconciliación” protagonizada por el rucio caballo Bebeto, quién en conferencia de prensa, -en esos ardides publicitarios de alfombras verdes y terciopelo de la política mexicana- reconoció tener diferencias con el otro rucio y o-paco Ramírez Acuña; pero reconoce que eso ya quedó atrás, que meterá todo en una cajita (que no sea la de Pandora) y se comerá la llave; trabajara en contubernio secretarial, etc. Bebeto remata su lenguaje dicharachero diciendo que da -de su parte- limadas las asperezas. Todo lo anterior como apoyo moral mínimo ante la ola de críticas ante la designación del otro rucio de Jamay a la SEGOB. (¡¿quién da más?!, ¡¿quién da más?! ¡¿cuanto durará Paquito en SEGOB?!)
Pero si de lenguajes dicharacheros y cerriles se trata, como los que proclaman Sandoval Iñiguez y la élite empresarial jalisciense que declaran levantándose el cuello que “A Jalis-co le va ir bien gracias a las designaciones de Calderón” y que “es un orgullo tener a jaliscienses en el gabinete” (¡SIC!). No podían faltar tampoco las palabras cínicas y caciquistas de Ramírez Acuña entrevistado ayer por Pepe Cárdenas tras su designación como nuevo Abad de Bucareli; quién negó en todo momento violaciones a derechos humanos y el incumplimiento de las recomendaciones emitidas por Derechos Humanos, abundó que habrá “mano firme” más no dura; -¡OH menos mal!- y presumió que Jalisco, Vallarta, Guzmán, Guadalajara y ranchos conexos son un remanso de paz, justicia y tranquilidad, que hizo desbordar en lagrimas a quién escribe. Mientras tanto la tribuna de San Lázaro fue madrugada en su toma por parte del PAN y el PRD, pero esto ya es cosa seria, cuyo trasfondo es el fraude electoral y que los payasos noticiosos de las grandes cadenas nos los quieren pasar como una “gran vergüenza y triste espectáculo” ahora los patos les tiran a las escopetas, todo puede pasar en la carabina de Ambrosio.
