jueves, enero 25, 2007

Opinión- Germán Robles



Cuarta República.
25-01-07

PRI, renovarse o morir.

Germán Robles

El Revolucionario Institucional, está próximo a elegir su nueva dirigencia nacional el próximo 18 de febrero, las cinco fórmulas contendientes se juegan tanto la presidencia como la secretaría general del CEN de dicho partido. De facto sabemos que la contienda estará dividida entre Enrique Jackson ex Senador de la República y Beatriz Paredes Rangel, ex diputada, gobernadora entre otros cargos, que por cierto ya fue contendiente en el pasado proceso del 2001, cuando el cenotafio de Insurgentes quedo dividido entre los “madrazos y paredes”.

El PRI está quizá ante el último tren para su refundación y se juega en buena medida su futuro para ser una opción real que pueda recobrar la presidencia de la república (después de 71 años en el poder no se asume como oposición). Se lo juega todo. El golpe que recibió en el año 2000 cuando perdió tanto la presidencia como la jefatura máxima del presidente en turno, lo dejó en la lona; esa fue una gran oportunidad para reestructurarse y asumirse no sólo como oposición política frente el PAN gobierno sino como partido que recupera su compromiso histórico con las causas populares y su sentido social.

Sin embargo, el PRI dilapidó el poco capital político que le quedaba por pugnas internas, desde la misma que se dio entre las fórmulas de Roberto Madrazo y Beatriz Paredes en su momento, no hubo operación cicatriz, ni un acuerdo para generar un mínimo de civilidad partidista. Allí gano Madrazo junto con la caciquil Elba Esther Gordillo, formula que la postre terminaría en desastre para la dirección interna y el partido mismo; empero, en el PRI todos salieron perdiendo en el 2006; menos la profesora y el séquito de fieles tanto a la anterior como al SNTE que hasta el 2005 fue adjunto del PRI antes de que se creara el parasitario Panal.

El tricolor no supo leer el mensaje de la sociedad, ni asumió una postura responsable y adecuada a las difíciles circunstancias políticas del foximato, Roberto Madrazo se comporto como todo un gangster al frente del partido cooptando a consejeros, dirigencias estatales, a diputados y senadores a fin de establecer su plataforma hacia la presidencia en el 2006, eso gasto brutalmente al partido.

Las disputas internas eran visibles y hasta hilarantes, ya no había ese control que establecía el presidente en turno durante el régimen priísta que con todo y sus vicios perduro como dictadura partidista por más de siete décadas siendo uno de los regimenes más prolongados y exitosos en su apertrechamiento más aún que el régimen soviético o cualquiera de su tipo en el siglo XX.

Eso genero una percepción de desconfianza en el partido, el electorado confirmo que ese partido era lo mismo de siempre y que no cambiaría, y las grotescas discusiones públicas y en medios entre Gordillo y Madrazo, como las defenestraciones de adversarios tal como fue el caso de Montiel a quién por concupiscencias no aclaradas le valieron ser despedazado por los medios en particular Televisa.

El PRI está herido de muerte, al haber sufrido dos perdidas de elecciones, al menos dos sexenios sin el poder estarían lastimando al partido, si no se refundo cuando se le urgía en el año 2000, si para 2007 no da visos auténticos de transformación y redefinición ideológica, la torre de Insurgentes quedará convertida en un cascajo a modo de cenotafio de lo que fue la revolución mexicana institucional.

Otro aspecto nodal de sus derrotas y que determinará su futuro es ambigüedad ideológica del partido, el PRI no se define como de centro, ni izquierda, ni como partido liberal conservador. Demuestra en la práctica que su única ideología es el poder sin escrúpulos, lo lamentable del caso es que esa indefinición puede costarle caro al país, pues lejos de presentar una alternativa viable de gobierno y una clara oposición en defensa del interés del pueblo; el PRI se ha aliado con AN para labores pragmáticas, mejor conocido como el PRIAN se demuestra que la élite mexicana, de corte neoliberal es una sola y que cuando siente amenazados sus intereses se amalgama en una misma fuerza.

Esa misma lógica electorera hizo que se asiera del parasitario partido Verde ecologista, al mismo tiempo que las trapacerías del otrora Pemexgate lo había dejado con una multa del IFE de cerca de 1000 millones de pesos que le pego directo en la línea de flotación. Total que por donde se le quiera ver al partido, no se ve por donde demonios el PRI pueda transformarse, asearse y recuperar el poder. Quizá por ahora no le convenga hacerlo, sino hibernar esperando una próxima oportunidad; empero el tiempo apremia y sin esa gran reforma los electores no caerían en esa acción antinatura de votarlos otra vez. La podredumbre le es consustancial, si el partido se transformara entonces ya no sería PRI y no tendría razón de ser, para los no priístas eso estaría muy bien. La cuestión es que requerimos que el sector progresista y social del susodicho alce la voz y se asuma como fuerza opositora tan necesaria en momentos donde el miserable gerente adjunto de México Felipe Calderón desarrolla sus encomiendas reaccionarias.

Es cierto que lo del PRI es un caso compartido entre todos los partidos con una constante pugna y felonías internas, el caso más llamativo es el PAN que ya perdió toda cordura y retoma prácticas priístas para competir, como aniquilando a co-partidistas tal es el caso del extinto diputado Bajos asesinado en Guerrero hace unas semanas y donde se involucran a funcionarios panistas de la entidad. Lo preocupante para el partido tricolor es que la falta de presupuesto, de liderazgo, de civilidad interna, de Presidente, de identidad estaría por aniquilarlo.

Mucho se habla de que el PRI recuperará los Pinos en automático si el PAN fracasa (el fracaso ya se dio hace mucho tiempo) y se argumenta que su principal potencial es el número de gubernaturas y alcaldes en todo el país; ¿y de que sirvieron en tiempos de cerrar filas en el 2006? Muchos le dieron la espalda a Madrazo cooptados por Gordillo. Ya los gobernadores actúan en función de proteger y negociar su nicho de poder y tendrán un peso primordial en la elección de su próximo dirigente.

Al momento tanto Jackson como Paredes quién gane enfrentará un gran reto para su gestión, ambos son presos del grupo compacto salinista, y del zedillismo. Renovarse o morir, o morir para renovarse. El PRI se juega su futuro, o gana el partido en función de ser opción política que se reinventa a si misma para el servicio a la nación, o terminaremos siendo testigos de la última repartición de los despojos.



YA BASTA, de que el poder del dinero se imponga a la moral, a la dignidad del PUEBLO DE MEXICO, apoyemos a Obrador

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